
Te diré
que no lamento los silencios
de que estaba hecha mi calma.
Tú quisiste, como yo,
volverte aire,
para así escaparte
entre las grietas
tristes
del invierno.
que aún mastico las palabras
que murieron, torpes,
al llegar a mi garganta.
transmutarme en aire,
amor,
no pude abandonarme.