palabras privadas

DÍA DE ACCIÓN DEL BLOG. Todos somos uno con la Madre.



Si pudiera regresarte
a la espesura de tus bosques impolutos,
a la nitidez cegadora
de tus cielos soleados.

Si al menos retenerte,
no fuera
más que un sueño
que calma el corazón de nosotros
-los ingenuos-.

Si de mi aliento
al tuyo insuflara el latido,
ése
que sostiene la esperanza,
-andamiaje
de nuestros pequeños seres-.

Si sujetarte pudiera entre mis manos,
-con cuidado de niña,
ojos abiertos,
corazón en vilo-.


Si fuera así de fácil, Madre,
me desnudaría al fin
de esta tristeza
que me cubre
como traje silencioso
y mal cosido
y regresaría a ti,
limpia como los brotes descarados,
dócil y descalza.