palabras privadas

ALGAS Y ARENA



Era la estación

de las algas y la arena.

Nuestros cuerpos

desnudos

bajo el sol derretido

se turnaban en la ardua labor

de darse sombra el uno al otro.

No hicimos castillos en la orilla,

pues sabíamos cuán frágiles resultan

ante la subida de las olas,

del lento discurrir de los segundos

o del pie de algún bañista despistado.

Mirabas mi perfil

mientras yo miraba el horizonte y sonreía.

Nos limitamos a quedarnos quietos,

expectantes.

Ante mis ojos,

manto azul de vida,

entre mis manos,

la tuya detenida.


Pintura: Ariadna en Laxos, Evelyn de Morgan